Coherencia interna: Alineando lo que pienso, siento, digo y hago.
Te ha pasado en algún momento que con alguien cercano, ya sea familia, pareja o relacionado al trabajo, le quieres decir algo y ¿no sabes si decirlo o no? ¿te complicas, piensas lo peor y terminas no diciéndolo?
Hay veces en que son temas importantes, temas que vale la pena hablar, esos temas que si no los hablamos probablemente queden dando vueltas en nuestras cabezas generando “ruidos” internos, pensamientos, emociones y sensaciones desagradables. Eso es señal de que no lo debimos haber dejado así!
¿Cómo te has sentido cuando expresas eso que realmente quieres decir? ¿Se siente bien o no? Es liberador, energizador y calmante a la vez.
Ser coherente implica que lo que pensamos y sentimos va acorde a lo que hablamos y hacemos ¡y es excelente para nuestra salud mental!
Además nos permite:
Aumentar sensación de bienestar interno.
Aliviar estrés.
Mejorar nuestras relaciones interpersonales.
Y es solo lógico pensar que si sentimos y pensamos algo que eso sea parte de lo que nosotros como seres humanos podemos aportar a ese momento, a la conversación con esa persona o a esa reunión de trabajo.
¿Cuando se transforma en un problema?
Cuando dejamos de expresarnos por:
Miedo al qué dirán: "cómo me van a mirar", "que van a pensar de mi".
Miedo a dañar a otro: pensar en que lo que vamos a decir podría dañar al otro, incluso si es algo de buena intención.
Miedo a no ser aceptado por otro: puede que te de miedo decir algo y que esa persona deje de ser tu amiga/o, deje de quererte o que te provoque algún problema mayor.
Estas y otras razones pueden estar asociadas a no poder ser coherente con uno mismo, en el fondo con no poder expresarnos de manera asertiva y constructiva, dejándonos de lado y abandonándonos internamente.
¿Como me debería expresar?
Respetando al otro: Si bien puede que la otra persona piense o no como yo, si te expresas de manera respetuosa en general vas a ser escuchado.
Que debería evitar al intentar comunicarme con un otro?
Culpar al otro y/o ser hiriente con esa persona: no solo te estarías victimizando sino que probablemente el otro intentará defenderse y creará más separación, discusión y conflictos.
Ser coherente, por ende implica no solo saber reconocer lo que uno siente y piensa sino confiar en que expresarlo de la manera adecuada va a ser sano y constructivo para ti y para la relación con esa persona o grupo de personas.
¿Qué síntomas podría estar experimentando?
Ansiedad
Angustia
Irritabilidad
También:
Sintiéndote como una "olla a presión" que en cualquier momento puede explotar.
Ya habiendo explotado varias veces lo que te debe haber generado problemas.
A veces estamos en una relación en donde no se nos deja ser coherentes, donde no tenemos voz, o en una posición de trabajo donde no podemos expresarnos libremente. Pues debemos cuestionarnos si es que eso acaso no nos está costando más de la cuenta. Si es algo trivial quizás no importe, aunque si es algo que se repite y que claramente nos está causando un problema personal, que nos cansa y estresa excesivamente, que probablemente esté afectando tus relaciones interpersonales fuera del trabajo, ¡entonces si es momento de cuestionártelo!
Ejercicio:
Un buen ejercicio para reflexionar sobre este tema es escribir los "pros" y "contras" de aguantar una situación así y proyectar esos “contras" a largo plazo, digamos a 3 años, y pensar en cómo te vas a sentir si sigues escondiéndote, ¡si sigues guardándote todo eso y perpetuando esa manera nociva de comunicación!
¿Qué implicancias va a tener para tu salud mental y física?¿Y en tus relaciones?
¿Qué te ha costado hasta ahora?
Reflexiones finales:
Puede resultar difícil hacer un ejercicio así, sin embargo en vez de esconder la cabeza como la avestruz, o meter la tierra bajo la alfombra, la única manera de solucionar un problema es aclararlo para luego empezar a solucionarlo.
¿Ser así va acorde a quien quieres ser, a tus valores, al estilo de vida que quieres tener?